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Neorrománticos

Los pintores que responden a este rótulo se caracterizan por recurrir a los poderes de la imaginación y utilizar las creaciones de la fantasía para rehuír la realidad, sea buscando refugio en un mundo de ensueño, sea denunciando una realidad rechazable, mediante escenas o figuras simbólicas. Un componente emocional trasciende de esta pintura, sea lírico o dramático, y aunque recurre a veces a elementos insólitos, su diferencia con el surrealismo reside en el fundamental carácter de "evasión de la realidad", de alejamiento del mundo circundante, en tanto que el surrealismo aspira a incorporar la realidad, aunque en su forma total (sueño y vigilia) al mundo espiritual del hombre.

Entre los pintores neorrománticos mencionamos:

Raúl Soldi: nació en Buenos Aires en 1905. Estudió en la Academia de Brera en Milán. Vuelto a Buenos Aires en 1933, desarrolló una amplia actividad como pintor, muralista, escenógrafo, ilustrador. Obtuvo el premio "Palanza" en 1952, y numerosas distinciones nacionales e internacionales. Sus temas están constituidos fundamentalmente por figuras finas, ideales, muy vagamente vinculadas a este mundo terrestre, señaladas por un dibujo suelto y elegante, realizadas con colores delicados y evanescentes, unificados por el uso de las medias tintas. Es un mundo sereno y suave, al margen de los problemas que aquejan al hombre, al margen de cualquier problema del espíritu.

Raquel Forner: nació en Buenos Aires en 1902. Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes. Estudió en París en los aós 1929-30 con Othon Friesz, como la mayor parte del entonces llamado "Grupo de París". Recibió numerosas recompensas nacionales e internacionales entre las que se destacan: medalla de oro en la Exposición Internacional de París en 1937; premio "Palanza" en 1947; premio de la prensa en la Bienal Internacional de México (1958); Gran Premio de Honor (1962) en la Primera Bienal Americana de Córdoba (IKA).

Raquel Forner constituye, sin duda, la representación más vigorosa en el conjunto de artistas neorrománticos. En sus cuadros busca sobre todo la intensidad de la expresión que exalta mediante la dramaticidad de las figuras y la violencia del color, agregando símbolos o elementos insólitos que recuerdan los usados por los surrealistas. En sus telas importantes intenta reflejar de un modo simbólico y emocional los problemas del hombre de su tiempo; así realizó una serie de telas sobre la guerra civil en España, sobre la guerra mundial; telas en las que el desgarramiento y la protesta se obtienen mediante la unión de una imagen un poco literaria con una fuerza plástica poco común en nuestra pintura. En sus obras más recientes tiende a la reducción del tema a sus componentes abstractos mediante oposiciones cromáticas de gran intensidad visual y de riqueza expresiva, sobre una especie de pintura de premonición que tiene por motivos seres extraterrestres.

Juan Batlle Planas: nació en Torroella de Mongrí (Cataluña, España) en 1911, murió en 1966. Llegó a Buenos Aires cuando tenía dos años. Se nacionalizó argentino. Aunque recibió las primeras orientaciones sobre artes plásticas de su tío Planas Casas, puede considerarse autodidacto. En 1960 recibió el premio "Palanza".

Batlle Planas inicia con la presentación de sus "Radiografías paranoicas" (título impuesto por él mismo a esa serie), lo que se acostumbra denominar su período surrealista. Al año siguiente realiza un conjunto de cuadros con globos rojos, que constituye, quizás, el mejor momento de su pintura, y el más cercano a la representación surrealista. A esta serie sigue la denominada por él mismo "serie tibetana", con la presentación de personajes fantasmagóricos sumergidos en una atmósfera muy próxima a Tanguy. Todas esta obras que se suelen considerar de tendencia surrealista, ya hemos dicho por sus características de "evasión" corresponden al neorromanticismo. Después de 1941 su pintura se orienta hacia la expresión ya claramente neorromántica con sus "profetas", "noicas" y casi toda la figuración posterior. Esta última modalidad, en la que persistiría hasta su muerte, fue abandonada por el artista en muy contadas ocasiones.

Alcides Gubellini: nació en Italia en 1901, murió en 1957. Su obra presenta un clima expresivo, en cierto modo similar al de Soldi, aunque con un vago tinte de melancolía. Sus cuadros nos presentan una visión caligráfica y tierna, nostálgica y elegante. La realidad aparece en ellos como contemplada a través de una bruma de ensueño, en tonalidades suaves y delicadas, con rasgos lineales sensibles y sutiles.

También hubiera correspondido incluir en esta sección de pintores neorrománticos a varios componentes del grupo Orión, pero como la mayoría de esos artistas ha tomado después rumbos muy diversos, preferimos incluirlos en el rubro menos definido de "generación intermedia"


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© Helios Buira

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