Artistas
independientes
Estos artistas,
contemporáneos y
algunas veces
compañeros de los
que constituyen la
primera vanguardia,
no son clasificables
en una escuela
particular. Se
caracterizan en
general por una
modernidad moderada.
Sobre un esquema de
concepción
neoclásica o
naturalista,
utilizan
procedimientos
sobriamente
simplificadores o
modificadores
tomados de las
distintas tendencias
plásticas modernas.
El color lo utilizan
también con libertad
sin preocuparse
demasiado por el
color local. Esta
generación
independiente dio
artistas de
verdadero valor
(algunos, entre los
más destacados de
nuestra plástica),
quizá porque
rehuyendo el
artificio
modernizante a
medias, como el
utilizado por la
mayor parte de los
artistas de la
primera vanguardia,
se concentraron en
el logro de una
auténtica fuerza
expresiva, de una
plástica realmente
comunicante. Entre
estos artistas que
se aproximaron a ese
logro destacamos a
Guttero, a
Spilimbergo, a Berni
y a Daneri.
Alfredo Guttero:
nació en 1882 en
Buenos Aires, murió
en 1932. Desde 1904
hasta 1916 vivió en
París, donde estudió
con Maurice Denis;
luego fue a España,
hasta 1918, de donde
volvió a París hasta
1927. Por esa época
realizó diversas
exposiciones en
Europa. En 1927
volvió a Buenos
Aires, donde
rápidamente se
convirtió en
animador del
movimiento moderno.
Funda, con Alfredo
Bigatti, Raquel
Forner y Pedro
Domínguez Neyra el
"Taller Libre" de
artes plásticas, que
se convirtió en foco
de difusión de la
enseñanza de nuesvas
técnicas. Para
promover a los
nuevos artistas
fundó el "Nuevo
Salón", cuya
exposición se
realizó en 1929.
Ejecutó gran parte
de sus cuadros según
el procedimiento del
yeso cocido, que le
permitía tratar la
tela o la madera
como si fuera un
mural. Sus cuadros
de figuras en los
que busca la acción
de las curvas, están
organizados en un
orden decorativo
fluido y móvil, en
el que se reconocen
en la simplificación
de los contornos las
enseñanzas de su
maestro Maurice
Denis, pero que está
enriquecido por una
gran complejidad del
diseño compositivo,
del que se desprende
cierto influjo del
art nouveau.
Guttero sabe dotar a
sus cuadros de
calidades vibrantes
de superficie,
obtenidas, sea por
la técnica del yeso
cocido, sea mediante
la minuciosa
yuxtaposición de
finísimas
pinceladas. Sus
paisajes urbanos,
con su severa
simplificación y su
luz pálida, que
ilumina sobrios
colores casi
abstractos, tienen
una calidad
excepcional.
Ramón Gómez
Cornet: nació en
Santiago del Estero
en 1898, murió en
1964. Pasó cuatro
años en Europa donde
estudió en las
famosa Academia
Ranson. A su vuelta
a Buenos Aires
realiza en 1921 una
exposición moderna
con obras de
estructuración
cubista, pero
abandona pronto sus
inquietudes formales
para tratar de
reflejar en una
pintura directa la
realidad humana del
medio en que vivía.
Le preocupó la
figura,
especialmente en la
visión de personajes
humildes de Santiago
del Estero y
Catamarca. Debe
reconocerse que esa
realidad dista mucho
de lo que podría
considerarse arte
social, pues esos
personajes son
idealizados y el
artista más que de
la anécdota o
documento
se`preocupa en
usarlos como motivos
a la vez de valor
pictórico y
expresivo. Sus
figuras se destacan
sobre un fondo
neutro, con un
modelado sintético
que acentúa su
carácter, muy "a la
escuela de París".
Lino Eneas
Spilimbergo:
nació en Buenos
Aires en 1896, murió
en 1964 en Unquillo,
provincia de
Córdoba, donde
residió los últimos
años de su vida.
Pintor, muralista,
grabador e
ilustrador. En su
época de formación
residió tres años en
Europa. Hacia 1925
viaja por Italia,
donde le impresiona
el arte del
prerrenacimiento. De
1948 a 1952 dirigió
el Instituto
Superior de Arte de
la Universidad de
Tucumán, donde formó
a numerosos
discípulos.
Su mejor período se
extiende hasta 1941
aproximadamente. Sus
terrazas ofrecen
reminiscencias de
Giovanni Bellini y
por la factura
recuerda a los
metafísicos
italianos modernos.
En sus espléndidas
figuras, de aparente
filiación
neoclásica, sabe
mezclar la solidez y
el misterio;
aparecen hieráticas
en una especie de
realidad intemporal,
que situarían su
obra de ese período
en la escuela que
Franz Roh bautizó
con el nombre de
realismo mágico. Su
escueto modelado
busca exaltar la
solidez del volumen
que adquiere
características
metálizas, en la
lisura y
simplificación de
las formas, exaltada
esa calidad por un
color irreal que
frecuentemente
adquiere tonos de
cobre rojizo.
En sus ñutimos años
tiende a un
naturalismo más
riguroso y, aunque
menos hondo,
conserva, como
expresión pictórica,
la riqueza de línea
y color que hicieron
de él un artista
excepcionalmente
dotado.
Como dibujante es
difícil encontrarle
igual. En su obra de
grabador e
ilustrador
desarrolla toda su
fantasí. Sus
monocopias se
revisten de
elementos insólitos
que lo aproximan al
surrealismo.
Spilimbergo se
destaca por sus
valores
excepcionales, en
esa generación
argentina que
comienza alrededor
de los años20.
Antonio Berni:
nació en Rosario de
Santa Fe en 1905.
Pintor, muralista,
grabador, ilustrador
y escenógrafo. Su
primera exposición
individual la
realizó muy joven,
en 1923, con
paisajes que dejaban
percibir un dejo
impresionista. Vivió
en París desde 1925
hasta 1931, donde
siguió cursos de
Othon Friesz y André
Lhote. Allí se
encuetra con los
artistas argentinos,
que en su conjunto,
al volver a la
argentina, habrían
de constituir lo que
se llamó "el grupo
de París"; Lino
Spilimbergo, Horacio
Butler, Héctor
Basaldúa, Aquiles
Badi, Raquel Forner
y los escultores
José Fioravanti y
Alfredo Bigatti.
También en París
entra en contacto
con los surrealistas
que habrían de
influir en su obra
de ese momento. De
vuelta a Buenos
Aires, donde
presenta obras
surrealistas, Berni
suele decir: "Nunca
dejé de ser
surrealista del
todo", refiriéndose
a cierto carácter
mágico con que suele
revestir aun a los
personajes más
directamente tomado
de lo real. Con esta
salvedad, su obra se
orienta dentro de la
modalidad del
realismo socialista
y adquiere en gran
parte un carácter
militante. En 1934
colaboró con el
pintor mexicano
Siqueiros en un
mural realizado en
la residencia de
Botana en Don
Torcuato.
Del realismo
sicialista pasa por
un intermedio en que
libera el color y
trabajó al modo
expresionista, y
también por una
fugaz etapa de
abstracción, hasta
alcanzar la manera
actual en la que
busca una síntesis
del arte de
contenido social con
los procedimientos
pop. Logra
así una serie de
cuadros, que han
sido catalogados
como pintura
narrativa, alrededor
de la vida de dos
personajes que se
convierten en
símbolos de un medio
social: Juanito
Laguna (un chiquillo
de las villas
miseria) y Ramona
Montiel (una mujer
humilde que ingresa
en la vida fácil).
Estas obras están
costruídas según el
procedimiento del
collage-assemblage
moderno; utiliza en
ellas toda la gama
del baratillo, la
trapería, los
objetos de deshecho,
la chatarra, pegados
en el cuadro, o aún
con la inclusión de
objetos completos
como, por ejemplo,
anuncios luminosos
de Pepsi Cola. Un
verdadero material
simbólico, en el que
predominan los
residuos, aptos para
describir las vidas
miserables que
utiliza como tema,
pero usando ese
material, con gran
humor, con fantasía
y hasta con ternura,
con lo que el cuadro
adquiere una
indudable calidad
poética, que de
manera evidente
equilibra el aguso
mensaje de denuncia
social que
transmite.
Berni es un
dibujante de calidad
excepcional, lo que
le confiere in
instrumento
indispensable para
ese "arte del
relato" que
caracteriza su obra.
Como grabador, sin
duda, es uno de los
más importantes del
mundo en este
momento; aplica en
sus grabados una
técnica personal
derivada del
collage; Las
planchas las prepara
con residuos de
chatarra, botones,
encajes, etc., y
obtiene así un
grabado en relieve
de una fisonomía muy
particular. En 1962,
su obra de grabador
le valió el primer
premio internacional
de grabado en la
XXXI Bienal de
Venecia; más tarde
el primer premio en
el "Primer Certamen
Internacional del
Grabado" en Cracovia
(Polonia)
Miguel Carlos
VIctorica: nació
en Buenos Aires en
1884, murió en 1955.
En 1911 llegó a
París donde estudió
con Désiré Lucas
(discípulo y
continuador de
Bouguereau), por lo
que se deduce que su
educación artística
fue fundamentalmente
académica. De
regreso a Buenos
Aires, en 1917,
instaló su taller en
la zona de la Boca,
formando parte del
núcleo de pintores
de ese barrio
porteño. Su primera
exposición tuvo
lugar en la
Asociación de Amigos
del Arte en 1931y en
1932 obtuvo el
primer premio del
Salón Nacional.
Su obra, oscilante
entre diversas
influencias (los
nabis, los
fauves, Carrière,
el simbolismo) es
irregular, con
verdaderos aciertos
e inexplicables
caídas. Es uno de
los artistas
excesivamente
valorados por la
crítica local.
Eugenio Daneri:
nació en Buenos
Aires en 1881.
Estudió en la ex
sociedad Estímulo de
Bellas Artes, con
los maestros Giudici,
Della Valle y de la
Cárcova. No salió
del país. En 1948
recibió el premio "Palanza".
Los cuadros de
Daneri (figuras,
naturalezas muertas
o paisajes),
realizados sobre un
esquema desde el
punto de vista
pictórico, una sola
masa aparentemente
naturalista,
constituyen, en
realidad, ondulante,
movediza, en la que
confluyen la forma y
el fondo. La textura
fluyente creada por
las pinceladas
recuerda la de Van
Gogh, sin el
desenfreno; la
violencia de este
último se convierte,
en Daneri, en una
vibración general
que confiere al
cuadro una calidad
íntima, casi
secreta, impresión
que contribuye a
acentuar las gamas
de grises, terrosas,
ocres, que son las
predilectas del
artista. Sus
cuadros, de fuerte
empaste, con algo de
suculenyo y
contenido a la vez,
constituyen en su
mejor momento uno de
los conjuntos más
personales y
calificados entre
los pintores de su
generación.
Miguel Diomede:
nació en Buenos
Aires en 1902.
Pintor autodidacto.
En sus cuadros las
formas vagas, como
abocetadas, los
contornos apenas
sugeridos, el color
levemente deslizado
sobre la superficie
en manchas desleídas
de bordes
desflecados, logran
un juego de
texturas,
transparencias y
calidades de
singular
refinamiento. Nos
ofrecen una
transcripción de la
realidad como
percibida en la
lejanía o velada por
una delicadísima
niebla. Su color
aplicado como la
sordina es rico en
variaciones, y el
resultado de una
obra de alto
contenido poético.
Roberto Rossi:
nació en Avellaneda,
provincia de Buenos
Aires, en 1896,
murió en 1957.
Estudió en la
Academia Nacional de
Bellas Artes. Sus
cuadros revelan un
temperamento íntimo
y delicado con una
fina sensibilidad
para el color. Sus
naturalezas muertas,
dentro de una
organización
decorativa de las
formas, están
realzadas por un
cromarismo al que
sabe arrancar notas
de verdadero
interés.
Emilio Centurión:
Nació en 1894.
Estudió con Gino
Moretti. En 1928
viajó a Europa.
Dentro de una
fundamental sujeción
a modelos clásicos
realiza una pintura
severa de excelente
factura.
Domingo Pronsato:
nació en 1881 en
Bahía Blanca,
provincia de Buenos
Aires. Estudió
ciencias
físicomatemáticas e
ingeniería en
Italia, dedicándose
luego
fundamentalmente a
la pintura.
Se interesó
especialmente por
transcribir el
paisaje de la zona
sur de Argentina.
Sus primeras
realizaciones
revelan la
influencia del
impresionismo; luego
sintió la visión más
severa de los
artistas italianos
del grupo "Valori
plastici" y
finalmente alcanza a
dar una trascripción
del paisaje en una
versión colorística
personal en la que
incorpora de un modo
muy libre elementos
tomados al
impresionismo,
postimpresionismo y
escuelas más
modernas. Su obra de
intensa calidad
sugestiva, fue
infortunadamente
interrumpida por la
ceguera que le
sobrevino en los
últimos años.
Marcos Tiglio:
nació en Buenos
Aires en 1903.
Estudió en la
Academia de Bellas
Artes y frecuentó a
Victorica. Después
de un breve período
cubista, encara una
figuración de
carácter
naturalista, tratada
muy libremente con
fuerte empaste y de
color rico y
entonado.
Julio Vanzo:
nació en 1901 en
Rosario de Santa Fe,
donde está radicado.
Pintor autodidacto.
Uno de los pioneros
de la vanguardia en
el interior del
país. Su pintura
actual es de una
figuración muy
libre, de diseño
suelto, vehemente,
de rica pincelada
expresiva y con un
excepcional sentido
del color, resonante
y cálido.
Jorge Larco:
nació en Buenos
Aires en 1897, mutió
en 1967. Estudió en
España con Julio
Romero de Torres.
Realiza una pintura
figurativa, con
tendencia a una
academia moderna.
Interesan sus
acuarelas en las que
logra gran
espontaneidad y
soltura, y un color
delicadamente
expresivo.
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