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Volver a Poesía

Nada crea el artista en su portento,

Que ya no esté en el mármol contenido,

Y sólo arrancará forma y latido

La mano que obedezca al sentimiento.

El bien que amo y el mal del que me ausento

En tí, soberbia y diva, han hecho nido;

Y a fin que no prolongue lo vivido,

El arte contradice lo que intento.

No lo culpo al amor de mis heridas,

Ni al desdén, ni al rigor ni a tu belleza;

Tampoco a la fortuna ni a la suerte.

Si la muerte y piedad llevas reunidas,

Y mi ardoroso ingenio, en su llaneza,

No sabe conquistar más que a la muerte.

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Soneto V

Yo no sé si la luz con la pureza

Que imaginó el Creador, el alma siente,

O sí por la memoria o por la mente,

El corazón trasluce otra belleza

Quizá en el alma aun brilla con certeza

En su primer estado el rayo ardiente,

Dejando un no sé qué de amargo e hiriente,

Que nos provoca el llanto y la tristeza.

No está en mí lo que siento, veo y me guía;

Ni sé encontrar las fuerzas que lo incitan,

Y parece por otro señalada!

Mujer, me acaece al veros cada día

Un dulce amargo, un sí y un no me agitan:

Es que ha sido, en verdad, vuestra mirada.

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Soneto IX

Con vuestros ojos vivo iluminado,

Ya a los míos cubre un velo;

Socorrido por tí mi carga impelo,

A lo que no habituó mi andar cansado.

Con vuestras alas yo me siento alado;

Es vuestro ingenio quien me impulsa al cielo;

A vuestro arbitrio sufro hastío o cielo;

Me enfrío al sol y enciendo el clima helado.

En vuestra voluntad se halla la mía;

En vuestro corazón mi pensamiento;

Y mis palabras son de vuestra alma.

Me parezco a la luna que, de día,

No percibimos sobre el firmamento

Hasta que con su luz el sol la muestra.

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Soneto X

No sé en mi pensamiento figurarme

Desnuda forma o ser imaginado,

Con el cual mi valor se sienta armado

Y así de tu beldad pueda salvarme.

Tanto me siento caer al apartarme
De tí, que el corazón queda extenuado;

Y en vez de disminuido es aumentado

Su dolor, que la muerte viene a darme.

¿Qué me vale expoliar tanto la fuga,

Si mi bella enemiga me persigue,

Y no menos veloz marcha a mi lado?

Con sus manos, amor mi llanto enjuga,

Y promete dulzor cuando fatigue;

Pues no es objeto vil si así es pagado.