Mi Sitio - Presentación - Axiomas - Pinturas - Textos - Entrevistas

◄Volver a Inicio


DIVULGACIÓN CULTURAL

Cuentos - Filosofía - Música - Otros Textos - Museos y Galerías - Enlaces al arte

 
OTROS TEXTOS
Se irán agregando autores de manera permanente
 
Jacobo Kogan
De su libro La religión del arte (Emecé 1987)
 

La religión del arte - La religión del arte en el romanticismo -

Novalis - Gérard de Nerval - Baudelaire - Rimbaud - Conclusión -

 

La religión del arte en el romanticismo

La concepción del mundo de los románticos es inversa al racionalismo de Hegel. Vueltos hacia la filosofía de la Naturaleza de Schelling, que tiene sus antecedentes en el neoplatonismo del Renacimiento representado por Giordano Bruno y Nicolás de Cusa, los románticos creen ver ante todo la realidad animada por un Alma Universal, cuyos afectos el hombre aprehende mediante una intuición preconciente. De tal modo la religión y el arte producen ambos una especie de tesitura mística. No se trata del inconsciente freudiano, sino de otra realidad más vasta, anterior y más profunda que cualquier particularidad subjetiva individual. El inconsciente para los románticos constituye el fundamento de la existencia espiritual, hontanar que se asemeja a las fuentes que dan origen a la vida y aún podríamos agregar hoy, a la energía que mueve los átomos. En el interior del hombre reside el Ser originario, siendo lo real que percibimos y que piensa nuestra inteligencia un enfoque consciente solamente parcial y aislado de la unidad e integridad de todo cuanto existe y ese Todo constituye lo divino.

De este inconsciente divino nos llegan en algunos momentos intuiciones fugaces, que son las revelaciones del místico y que el poeta perpetúa en su creación. Pero a diferencia del místico, que aspira a fundirse con la divinidad, el poeta romántico no se abandona a lo indecible, sino que se esfuerza por rescatar para la conciencia los fragmentos que logra aprehender de lo Absoluto a través de los ritmos y armonías del lenguaje, confiriéndoles así, estructuras perdurables. Lo divino inconsciente se expresa a veces en el arte directamente como religiosidad, o sea como representación que pone de manifiesto la fe ligada a una religión determinada (lo cual constituye, como se ha notado, un tipo de expresión frecuente en la historia del arte); pero la obra, en tales casos, es sólo una ilustración o estilo, de un género artístico. El arte no implicaría una religión por sí mismo, ni siquiera una forma de religión, tal como lo concibió Hegel o en el sentido en que lo pensó Flaubert. Algunos prerrománticos como Jean Paul y Hoffman, han sentido también la poesía como pura religiosidad, pero el genuino romanticismo alemán, que empieza con Novalis, se acerca más a la concepción del arte como un modo específico de religiosidad al introducir en la poesía el elemento de la voluntad, que emerge en el poema como producto de un acto mágico.


Subir

© Helios Buira

San Cristóbal - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2017

Mi correo: yo@heliosbuira.com

Este Sitio se aloja en REDCOMEL Un Servidor Argentino