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LA NOVELA | ||
Como un diario de memorias | ||
LA NOVELA Sólo queríamos ser lo que éramos. Militantes de la vida 18 Sandra me pidió que siguiera leyendo. Busqué párrafos que había subrayado, que consideraba importantes, como para tener en cuenta y utilizar como material de consulta. -Escuchá esto. Dije. Y comencé a leer: “No hay mejor vehículo que el arte hacia la interioridad. Apunta directamente al inconsciente, y todo lo que conlleva es convertido en una papilla emocional y asimilado por lo más hondo de la personalidad. Repetir las palabras cristianas “amaos los unos a los otros” es muy edificante, pero cuando una voz cautivante canta “te amo”, edifica mucho más –o enamora mucho más- El arte instila lo que quiere, porque el espectador traga la belleza junto con el objeto embellecido. De ahí los maestros educadores o embaucadores, que siempre son artistas. Para educar hay que transmitir verdad; por lo menos, eso debe sentir el educando. Y para eso, a nivel puramente intelectual, habría que hacer demostraciones y convencer. Pues bien, la belleza es verdad y es convincente de por sí. Además, no necesita de demostraciones porque no se dirige a ninguna conciencia a la cual debe rendir cuentas: va directamente al inconsciente. Y allí deposita, sin más, todo lo que trae envuelto.” -Me maravilla, Helios. Dijo y agregó: quiero leerlo. -Sí, está en la biblioteca. Es más, cuando tengas ganas de leer algún libro que te interese, lo tomás de su estante y si necesitás continuar con la lectura, te lo llevás. Claro que una vez terminado, vuelve a su lugar. Dije sonriendo. -Por supuesto –dijo- lo mismo podrás hacer cuando traiga mis libros y arme mi biblioteca, con la misma condición que acabás de proponer. -Bien, habrá entonces nuevos autores para leer. -Lees mucho. Dijo. -Sí –respondí- soy un lector vicioso, adicto. Tengo entendido que adicto, quiere decir algo así como lo no dicho o carencia en el decir, entonces, los libros, dicen esas palabras que no podemos nombrar. En realidad, no leo los libros, los vivo. -Guau, que fuerte suena eso de vivir los libros. -Es verdad, cuando leas alguno de los que tengo ahí, verás que están subrayados, escritos, leerás aceptaciones o peleas con el autor; pensá que no lo tenemos en presencia y algunos hace ya siglos que no habitan el planeta. Entonces la aceptación o el debate, se da en las mismas hojas que el autor escribió, más allá de que haya pasado por la imprenta. -También los subrayo y los escribo. Pienso que un libro debe servir para eso, para que uno interactúe con el autor. Claro que no lo veía como que “vivo los libros” Eso me encanta. -Pongo a calentar de nuevo la pava. Dije - Dale, mientras preparo el mate, agregó.
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© Helios Buira
Barrio de San Nicolás - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2019
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