|
||
LA NOVELA | ||
Como un diario de memorias | ||
LA NOVELA Sólo queríamos ser lo que éramos. Militantes de la vida
14 Santiago sonrió y agregó: -O sea que de golpe, te volviste intensamente artista, y el hecho de que una mujer, bella según vos, comparta el taller, no te permite “mirarla” de la manera que lo hacés con cada mina que se te acerca… -No es eso –interrumpí- se trata de que recién desembarca en el taller, es una persona que trabaja seriamente, comprometida con su obra y supongo que también con su existencia, que parece ser se separó hace poco y quizás esto sea lo importante: no quiero más problemas, más engorro en mi existencia que por ahora, logro mantener en un estado parecido a lo placentero, a lo tranquilo, al buen estar. Además, ya te dije, no puedo pagar la totalidad del alquiler, entonces, ella colabora con la mitad y se me hace más fácil. Si querés, es una relación en la que ambos conseguimos una parte de lo que necesitamos. Yo parte del alquiler y ella un espacio para trabajar, pues lo había perdido al separarse. Digamos, un trueque. -Entiendo –dijo- Pero me cuesta creerte, me cuesta imaginarte tan modosito, tan buenito… -Pensá lo que quieras. Dije. --¿Y cómo va la novela? Dijo así, de repente, cosa que me sorprendió. -¿Qué novela? Dije. -Dale, no te hagas el tonto. Dijo. -Creí que no me escuchabas o no querías darle importancia a lo que te dije sobre ella. -Sabés que te escucho y también que le doy importancia a tus cosas. Sólo que me cuesta pensar en ello, pues en verdad, no te veo como escritor. Lo dijo mientras cambiaba la yerba al mate. --Ya me hiciste ese comentario –dije-. No soy escritor, pero, seguramente, en el momento en que me ponga a escribir esa novela, ingresaré en la categoría de los literatos. ¿Qué es ser escritor, escultor, o lo que sea en el mundo de la expresión artística? -Bueno –dijo- que cada uno se expresa en determinada disciplina y eso hace a las diferencias, más allá de los contenidos. -Recuerdo –interrumpí- cuando Abelardo Castillo me dijo aquello de que un escritor es un hombre que escribe. Claro, la diferencia es qué cosa escribe, y si lo escrito tiene al menos un acercamiento a cierta profundidad o es en realidad un mamarracho indescriptible, cosa que, se me ocurre, estoy dispuesto a enfrentar si me lanzo a escribirla. -¿Cuál sería el tema? ¿Sobre qué escribirías? Dijo. -No sé –dije- Por ahora, tengo la idea de escribir sobre un tipo que quiere escribir una novela, pero no sabe cómo hacerlo y se le ocurre escribir acerca de alguien que quiere escribir una novela, pero en todo el recorrido de la trama, nunca la terminará. O sea, como una novela a la segunda potencia. Saldrá a buscar personajes, tal vez al mismo tiempo busque un narrador y no sabe si lo hará en primera, segunda o tercera persona. Pensá que no tiene experiencia alguna, ya que será su primer intento como escritor. -Pero el que escribirá serás vos. Dijo. -Sí, respondí. Claro que voy a ser yo. ¿Qué querés decir? -Nada, simplemente eso –dijo- sólo que tal vez te metas en un brete, en un lío fenomenal al tener que narrar de qué manera el tipo podría escribir esa novela. -Seguro, interrumpí. Pero si no lo intento jamás sabré si podría haber escrito una novela. Si no sale, listo, a otra cosa. Pero… -Pero si sale –dijo- no te detendrás hasta terminarla y, si mal no recuerdo, enviarla a ese concurso literario para ganarte los cincuenta mil pesos… -Así es, dije sonriendo. -Estás loco, terminó diciendo.
|
||
▲Subir |
© Helios Buira
Barrio de San Nicolás - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2019
Mi correo: buzon@heliosbuira.com