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POESÍA | ||
Los poetas | ||
ROBERT DESNOS | ||
Poeta francés nacido en Paris en 1900. |
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A la misteriosa ( 1926 ) Tanto he soñado contigo que pierdes tu realidad. ¿Habrá tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar sobre esa boca el nacimiento de la voz que quiero? Tanto he soñado contigo, que mis brazos habituados a cruzarse sobre mi pecho, abrazan tu sombra, y tal vez ya no sepan adaptarse al contorno de tu cuerpo. Tanto he soñado contigo, que seguramente ya no podré despertar. Duermo de pie, con mi pobre cuerpo ofrecido a todas las apariencias de la vida y del amor, y tú, eres la única que cuenta ahora para mí. Más difícil me resultará tocar tu frente y tus labios, que los primeros labios y la primera frente que encuentre. Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona desde hace días y años seguramente me transformaré en sombra. Tanto he soñado contigo, tanto he hablado y caminado, que me tendí al lado de tu sombra y de tu fantasma, y por lo tanto, ya no me queda sino ser fantasma entre los fantasmas y cien veces más sombra que la sombra que siempre pasea alegremente por el cuadrante solar de tu vida. ------------------------------------------- Como una mano que en el instante de la muerte y del naufragio... Como una mano que en el instante de la muerte y del naufragio se levanta al modo de los rayos del sol poniente, así surgen por todas partes tus miradas. Quizá ya no haya tiempo, ya no haya tiempo para verme, Pero la hoja que cae y la rueda que gira te dirán que nada perdura en la tierra, Salvo el amor, Y de esto quiero convencerme. Botes de salvamento de colores rojizos, Tempestades en fuga, Un vals anticuado que se llevan el tiempo y el viento por los largos caminos del cielo. Paisajes. No quiero más abrazos que aquel al que aspiro, Y muera el canto del gallo. Como una mano que en el instante de la muerte se crispa, así se oprime mi corazón. Nunca he llorado desde que te conocí. Quiero demasiado a mi amor para llorar. Tú llorarás sobre mi tumba, o yo sobre la tuya. No será demasiado tarde. Hasta mentiré. Diré que fuiste mi amante, Y al final todo es tan absolutamente inútil, A ti ya mí muy cerca nos espera la muerte. ------------------------------------------- Cuento de hadas Había una vez (y fueron tantas veces) un hombre que adoraba a una mujer. Había una vez (la vez fue muchas veces) que una mujer a un hombre idolatraba. Había una vez (lo fue muchas más veces) una mujer y un hombre que no amaban o aquel o aquella que los adoraban. Había una vez (tal vez sólo una vez) una mujer y un hombre que se amaban. ----------------------------------------- Despertares Es extraño despertarse a veces en plena noche. En pleno sueño alguien toca la puerta y en la extraordinaria ciudad de medianoche de medio-sueño de medio-recuerdo las puertas de los zaguanes retumban con estrépito de calle en calle Quién es ese visitante nocturno de rostro desconocido, qué viene a buscar, qué espía. Es un mendigo que pide pan y albergue es un ladrón, es un pájaro, es un reflejo de nosotros mismos en el hielo. Quién vuelve de un abismo de transparencia e intenta volver a entrar en nosotros. Él se da cuenta que hemos cambiado que la llave ya no puede abrir la cerradura de la puerta misteriosa de los cuerpos. Aunque sólo hayan pasado segundos desde que nos dejó en el momento inquietante en que se apaga la luz ¿Qué sucede entonces? ¿Dónde deambula? ¿Sufre? ¿Es ése el origen de los fantasmas? ¿El origen de los sueños? ¿El nacimiento de los recuerdos? No toques nunca a mi puerta visitante. No hay sitio en mi casa ni en mi corazón. Para las antiguas imágenes de mí mismo tal vez me reconozcas. Yo no sabría ya reconocerte. ------------------------------------------- Destino arbitrario a Georges Malkzine Ahora llega el tiempo de las cruzadas. Por las ventanas cerradas los pájaros se obstinan en hablar como peces de acuario. Junto al escaparate de una tienda una bonita mujer sonríe. Felicidad no eres sino lacre y yo paso como un fuego fatuo. Una multitud de guardianes persigue a una mariposa inofensiva fugada del asilo. Se torna en mis manos calzón de encaje y tu carne se torna de águila ¡oh sueño mío cuando te acaricio! Mañana habrá entierros gratuitos ya no se resfriarán hablarán el lenguaje de las flores se iluminarán con luces hasta ahora desconocidas. Pero hoy es hoy. Siento que mi comienzo está próximo semejante al trigo de junio. Gendarmes ponedme las esposas. Las estatuas vuelven la espalda sin obedecer. En su zócalo inscribiría injurias y el nombre de mi peor enemigo. Allá lejos en el océano entre dos aguas un bello cuerpo de mujer hace retroceder a los tiburones. Suben a la superficie para contemplarse en el aire y no se atreven a morder esos senos esos senos deliciosos. C'est les bottes de sept lieues cette phrase "Je me vois" ------------------------------------------------ El cementerio Aquí estará mi tumba, y sólo aquí, bajo tres árboles. Recojo sus primeras hojas primaverales Entre un zócalo de granito y una columna de mármol. Recojo sus primeras hojas primaverales, Pero otras hojas nacerán de la feliz podredumbre De este cuerpo que, si puede, vivirá cien mil años. Pero otras hojas nacerán de la feliz podredumbre, Pero otras hojas se ennegrecerán Bajo la pluma de los que cuentan sus aventuras. Pero otras hojas se ennegrecerán Con una tinta más líquida que la sangre y que el agua de las fuentes: Testamentos incumplidos, palabras que se pierden más allá de los montes. Con una tinta más líquida que la sangre y que el agua de las fuentes, ¿ Podré yo defender mi memoria del olvido Como una jibia que huye perdiendo la sangre, perdiendo el aliento? ¿ Podré yo defender mi memoria del olvido? -------------------------------------------- Es de noche Te irás cuando quieras El lecho se ciñe y se afloja con las delicias igual que un corsé de terciopelo negro Y el insecto resplandeciente se posa sobra la almohada Para estallar y entonces reunirse con lo oscuro El oleaje llega martillando y se calla Samoa la bella duerme entre algodones Conejar ¿qué haces con las banderas? las arrastras por el fango A la buena de Dios y en lo profundo de todo fango El naufragio se acentúa bajo los párpados Relato y describo el sueño Recojo los envases de la noche y los ordeno sobre el estante El ramaje del pájaro de madera se confunde con la irrupción de los tapones en forma de mirada Nada de volver allí nada de morir allí la alegría desborda Un invitado de más a la mesa redonda en el claro verde esmeralda del bosque con yelmos resonantes cerca de un montón de espadas y armaduras abolladas Nervio a modo de amorosa lámpara apagada al fin del día Yo duermo ---------------------------------------------- Identidad de las imágenes Lucho furiosamente contra animales y botellas Desde hace poco tiempo quizá diez horas una después de otra La hermosa nadadora que tenía miedo del coral esta mañana se despierta El coral coronado de acebo llama a su puerta ¡Ah! otra vez el carbón siempre el carbón Te conjuro carbón genio tutelar del sueño y de mi soledad déjame déjame seguir hablando de la hermosa nadadora que tenía miedo del coral No dictamines más sobre este tema seductor de mis sueños La hermosa nadadora descansaba en un lecho de encajes y de pájaros Los vestidos sobre una silla al pie del lecho iluminados por los fulgores los últimos fulgores del carbón Llegado éste de las profundidades del cielo de la tierra y del mar estaba orgulloso de su pico de coral y de sus grandes alas de crespón Durante toda la noche él había seguido divergentes entierros hacia cementerios suburbanos Había asistido a bailes en las embajadas y dejado su rastro en una hoja de helecho de los vestidos de raso blanco Se había erguido terrible en la proa de los navíos y los navíos no habían vuelto Ahora agazapado en la chimenea acechaba el despertar de la espuma y el canto de las marmitas Su paso resonante había turbado el silencio de las noches en las calles de adoquines sonoros Carbón sonoro carbón amo del sueño carbón Ah dime ¿dónde está la hermosa nadadora que tenía miedo del coral? Pero precisamente la nadadora se ha vuelto a dormir Y me quedo frente a frente con el fuego y me quedaré toda la noche para interrogar al carbón con alas de tiniebla que insiste en proyectar sobre mi camino monótono la sombra de su humareda y el reflejo terrible de sus brasas Carbón sonoro carbón despiadado carbón. ----------------------------------------------------- Infinitivo Ahí morir oh bella pavesa ahí morir ver las nubes fundirse como la nieve y el eco principios del sol y del blanco pobres como Job no morir aún y ver durar la sombra nacer con el fuego y no morir apretar y abrazar amor fugaz el cielo opaco ganar las alturas abandonar el borde y quien sepa descubrir lo que amo omita transmitir mi nombre a través de los años reír en horas tormentosas dormir al pie de un pino gracias a las estrellas iguales a una cifra y morir de lo que amo al borde de las llamas. ----------------------------------------------------- La furtiva La furtiva se sienta en el pasto crecido para descansar de un recorrido agotador a través de un campo desierto. Perseguida, acosada, espiada, denunciada, vendida, fuera de toda ley, de todo alcance. A la misma hora en que se ponen las cartas sobre la mesa y un hombre dice a otro: «Hasta mañana». Pero mañana estará muerto o se habrá ido lejos. En la hora en que tiemblan las cortinas blancas en la noche profunda, cuando el lecho trastornado de las montañas abierto ante su invitada desaparecida espera a algún gigante de más allá del horizonte, la furtiva se sienta, se duerme la furtiva. No hagan ruido, dejen descansar a la furtiva en una esquina de esta página. Teman que se despierte, más enloquecida que un pájaro que se golpea contra los muros. Teman que muera en su casa, teman que pulverice todas las ventanas rotas, teman que se esconda en un ángulo oscuro, teman despertar a la furtiva dormida. ------------------------------------------- La idea fija Te traigo una pequeña alga que se revolvía en la espuma del mar, y este peine. Pero tus cabellos están mejor trenzados que las nubes con el viento con los rubores celestes y están de tal manera estremecidos de vida y de sollozos que al retorcerse a veces entre mis manos mueren junto a las olas y los arrecifes de la orilla con tanta abundancia que hará falta mucho tiempo para ya no esperar los perfumes y su huida con la noche durante la que este peine marca sin moverse las estrellas sepultadas en su rápido y sedoso curso atravesado por mis dedos que solicitan aún a su raíz la caricia húmeda de un mar más peligroso que aquél donde esta alga fue recogida entre la espuma dispersa de una tempestad. Una estrella que muere se parece a tus labios que azulean como el vino derramado sobre el mantel Transcurre un instante con hondura de mina La antracita se queja sordamente y cae en copos sobre la ciudad Hace frío en el callejón sin salida donde te conocí Un número olvidado en una casa en ruinas creo que el número 4 Te reencontraré dentro de pocos días cerca de esa maceta de flores estrelladas Las minas roncan sordamente Los techos están cubiertos de antracita Este peine en tus cabellos parece el fin del mundo El humo el ave ancestral y al arrendajo allá se acabaron las rosas y las esmeraldas las piedras preciosas y las flores La tierra se desmorona y se estrella con el ruido de una plancha sobre el nácar pero tus cabellos tan bien trenzados tienen la forma de una mano ---------------------------------------------- La voz Tan semejante a la flor y a la corriente de aire al curso del agua a las sombras pasajeras a la sonrisa vislumbrada aquella famosa noche a medianoche tan semejante a toda la felicidad y a la tristeza es la medianoche pasada alzando su torso desnudo por encima de las torres y de los álamos llamo a mí a los perdidos en los campos los viejos cadáveres los viejos robles talados los jirones de tela pudriéndose sobre la tierra y la ropa secándose a los alrededores de las granjas llamo a mí a los tornados y a los huracanes las tempestades los tifones los ciclones los maremotos los temblores de tierra llamo a mí al humo de los volcanes y al de los cigarrillos a los círculos de humo de los puros de lujo llamo a mí a los amores y los enamorados llamo a mí a los vivientes y a los muertos llamo a mí a los sepultureros llamo a los asesinos llamo a los verdugos llamo a los pilotos los albañiles los arquitectos a los asesinos llamo a la carne llamo a la que amo llamo a la que amo llamo a la que amo la medianoche triunfante despliega sus alas de satén y se posa sobre mi lecho las torres y los álamos se pliegan a mi deseo aquellos se derrumban aquellos se desploman los perdidos en el campo se reencuentran al encontrarme los viejos cadáveres resucitan por mi voz los jóvenes robles talados se cubren de verdor los viejos jirones de tela pudriéndose en la tierra y sobre la tierra crujen por mi voz como el estandarte de la revuelta la ropa secándose en los alrededores de la granja viste adorables mujeres que no adoro que vienen a mí obedecen a mi voz y me adoran los tornados giran en mi boca los huracanes enrojecen si pueden mis labios las tempestades rugen a mis pies los tifones si es posible me despeinan recibo los besos de embriaguez de los ciclones los maremotos vienen a morir a mis pies los temblores de tierra no me estremecen pero hacen que todo se desplome a una orden mía el humo de los volcanes me viste con sus vapores y el de los cigarrillos me perfuma y los círculos de humo de los puros me coronan los amores y el amor tan largo tiempo perseguidos se refugian en mí los enamorados escuchan mi voz los vivientes y los muertos se someten y me saludan los primeros con frialdad los segundos con familiaridad los sepultureros abandonan las tumbas apenas cavadas y declaran que sólo yo puedo mandar los nocturnos trabajos los asesinos me saludan los verdugos invocan la revolución invocan mi voz invocan mi nombre los pilotos se guían por mis ojos los albañiles sienten vértigo al escucharme los arquitectos parten hacia el desierto los asesinos me bendicen la carne palpita a mi llamado la que amo no me escucha la que amo no me entiende la que amo no me responde --------------------------------------------- |
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San Cristóbal - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2017
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