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POESÍA | ||
Los poetas de Hoy | ||
CLAUDIO SIMIZ | ||
El corazón del mundo (Fragmentos) De Penúltima tregua (inédito)
I
El corazón del mundo se obstina en no existir en uncir al silencio sus corceles flameantes en desechar la fronda la floración el fruto en emboscarse tras la terca coraza del carozo allende la impalpable levedad del polen.
III
Es blanco el corazón que destila la leche mientras la madre asperja sus horas más sombrías. El hombre bebe un vino silencioso y sus labios recobran el color de la tierra. Sobre el pezón dorado demorado de la tarde Dios es una mujer y nos sonríe.
VII
Un hombre ha renunciado a ser feliz tal vez mañana decline si no lo ha hecho ya las ansias de aprehender su sino de desdicha. Un día de éstos intentará arrojar por la borda su corazón rato apenas después comprenderá que ese pájaro aturdido nunca ha sido suyo y sin embrago busca desesplumado la jaula de su pecho para tañer el corazón del mundo. ---------------------------------
El tiempo de las cosas (fragmentos) De Penúltima tregua (inédito)
I
¿Será otra cosa el tiempo que este sutil cilicio de esperarte la aventura de adivinar tus pasos el peso de tu sombra en la vereda del deseo en el umbral del sueño? ¿Será algo más el tiempo que discurrir por estos arrabales por estas metáforas donde dejamos volvemos a ser niños?
II
Casi ciega mi madre destejía tramos enteros de dudosas hiladas y cantaba sólo cantaba mientras destejía minúscula Penélope suave morosamente las tramas desquiciadas sin rencor ni aspavientos. Acaso como Ulises columbrara en esas tardes que el tiempo deparaba algún regreso el suéter la bufanda demorados entre sus agujas eran excusa apenas para el sueño y el canto.
VI
Los relojes intentan vanamente explicarnos el tiempo difuminar en pasos diminutos la angustia de lo eterno contarnos un cuentito seductor anodino con final y principio. El condenado ya no mira el reloj descubre tras las rejas los esbozos libertarios del alba y sonríe. ------------------------------------------
Algún día dejará de doler el corazón De Morral del poeta (inédito)
Algún día dejará de doler el corazón. Algo restañará en secreto su arboladura de ángel, su pureza inmolada. Alguien destemplará dulcemente sus garras, cegará para siempre sus abismos.
Algún día dejará de doler el corazón. Algún día se desperezará, se azorará en el vuelo de su propia plegaria. Algún día ya nada gemirá sordamente entre sus velos, ya nada entenebrecerá sus pasadizos.
Algún día dejará de doler el corazón. Los pájaros, los niños, vendrán a recogerlo como una fruta sabiamente tardía. ---------------------------------
Tarde con Vincent De Morral del poeta (inédito)
No sé por qué Vincent ha venido a desquiciar la tarde, su rictus desolado, su perfil desairado, la terca humedad de sus pinceles, su acezante inocencia. No sé dónde cuándo cómo El colorado sigue desollando esta tarde mientras la gente pasa tras los vidrios como una bandada de gorriones cabizbajos, atónitos. Tras el diezbillonésimo estallido de la horrísona guerra su tiro de final sigue retumbando, dando batalla a los cuervos del silencio. ------------------------------------------
Historia de un pájaro De La mala palabra (1997)
No lo ha visto el vigía amurallado, ni lo verán los ricos con su miopía obscena, ni el mismo ojo de Dios con que mira el obispo. Apenitas lo atisban los bichitos del aire, sin piolín lo remontan los niños por las calles. --------------------------
La Tierra De No es Nada (2005)
Y la tierra es así: uno quiere olvidarla, se estira, intenta la aventura del aire, pero el aire se parece demasiado a los sueños y uno aterriza en cuatro patas, de rodillas, de pie, la columna estremecida. Al rato sacude la cabeza, se palpa los dolores y los años, busca un piso más firme para el próximo esguince. Los pájaros nos miran, nos sonríe su corazón azul que solo caerá una vez. --------------------------------
Crónica de un día gris De Tríadas (2010)
Quién no ha dado la vida / tantas veces / por una palabra / una sola palabra / una grieta donde amaine el silencio /
Quién no se ha vuelto extraño / de la agonía al éxtasis / de cima en sima / antes que el gallo cante siquiera dos veces/
Quién, al rozar una de esas mujeres que nos dejan el corazón doliendo a nardo / no ha sentido que era ella / y sólo ella / y nunca ella / por un instante transparente y mórbido /
Quién, al desuncir los bueyes de la tristeza / no presiente que el yugo se le va revelando / ingrávida, núbil golondrina / en trance de volvernos, de fundarnos su casa. -----------------------------------
De vuelta De Tríadas (2010) “Esta segunda inocencia/ que da el no creer en nada” Antonio Machado
Ese que no quería ver cómo la luz de su cuarto se apagaba/ y surcaba el océano al cruzar la avenida / y juntaba piedritas de colores de todas las galaxias / maravillosamente / es el padre de este hombre raído/ trizado de metralla visceral, silenciosa/ náufrago de los mares que nunca alcanzará. ¿Seguís ahí, Papá / tu risa estentórea debajo de la almohada/ para espantar al Cuco? ---------------------------------
La Muerte De Actas del Naufragio (2014)
La muerte irá aflojando los nudos, las lazadas, que creímos forjar bajo fiebre o cautela. No menos feroz, acaso más certera, sin dudas más constante que la ilusión o el desencanto nos irá revelando filamentos sutiles, lazos obstinados ésos que a veces llamamos corazón o memoria. Y en esa equidistancia entre éxtasis y espanto quién sabe de qué nueva urdimbre ya vamos siendo hebra mientras se nos destejen los sueños y los días. -------------------------------------
Los ahogados De Actas del Naufragio (2014)
Los ahogados son los únicos que vuelven de las caricias de la muerte. Nos regresan crecidos, burilados quién sabe por qué mano, coloreados como un mantel en que se ha derramado el vino de la noche. Vienen de perseguirse por los bosques azules, del intento de hacerse de burbujas que siempre escaparán hacia su padre, el aire, de recorrer senderos que ceden sus atajos falaces. Pero regresan, siempre regresan, tal vez con algún alga dorada en los cabellos. Los abismos siempre son más pequeños que una casa; en el amanecer la playa se parece demasiado a una cuna. ---------------------------------
Café con amigo ausente De Café con lluvia (2017) A Walter Iannelli, in memoriam
El azúcar se ha tornado invisible, impalpable en el mar del café. Con un dejo de indulgencia sombría él acoge la algazara de los cristales díscolos su dispersa inocencia.
Detrás del primer sorbo cuando el pocillo empieza a revelar sus simas apacibles un cosquilleo sordo enciende la garganta como un secreto licor de lágrimas. Es el azúcar proclamando rebelando la gloria austera de la disolución su verdad última. -----------------------------------
Lluvia De Café con lluvia (2017) A Lautaro
Hijo en esta hora tal vez veas solo un hombre y su lápiz silencioso en una tarde triste. Sin embargo ese hombre ha sabido deshabitar de a ratos su esqueleto a la hora en que se acaban las respuestas las preguntas y solo queda el salto. Un día sus huesos se quedarán definitivamente solos y entonces podré decirte sin que lo sepas que se puede asir el infinito por un instante (eso lo aprendí de la lluvia) porque una tarde de lluvia me vi de sueño entero y fue en tus ojos. |
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© Helios Buira
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