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Volver a Poesía

Simplemente escribo

Escribo para no envejecer,

con la rutina del día a día.

Porque se pasan las horas…

Y se va la mañana, y llega la noche,

y el día que avanza no perdona el tiempo.

Y así, se va perdiendo lo vivido.

Y escribo para recordar…

Ya que en palabras se pueden plasmar,

lo que nos toca vivir y experimentar…

Un  estado anímico, un sentimiento…

O un momento en particular…

Las emociones, y lo que vamos viviendo,

¡En fin! la humanidad.

Un momento que para el mañana ya fue…

Que aunque para el futuro no sea nada,

para el ayer lo fue todo.

Escribo para iluminar la obscuridad

que produce la tristeza y el pesar.

Porque no siempre es positivo,

lo que nos toca pasar…

Y hay días, momentos y situaciones,

que se quisieran olvidar.

No escribo para que me recuerden,

¡Si no! Para no olvidarme de mi propia historia.

¡Ya que todos tenemos memorias!

Cuentos, visiones o crónicas.

Relatos de la vida, saberes de la existencia.

El arte que a través de las letras…

Nos enseña un poeta.

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Un Cuento De Nunca Acabar

En las noches antes de dormir,

escribo versos a mil.

Diciéndome mentalmente,

“mañana anotaré lo que se me ocurrió escribir”.

Pero en la mañana al despertar,

se me olvida lo que me dicte en la noche al pensar;

y  como la rutina diaria, me absorbe la mentalidad,

¡solo tengo  tiempo y cabeza para funcionar!..

Después me digo, después…

Cuando en mi mente me pongo a dictar,

y así llega la noche nuevamente con su pesar,

recomenzando nuevamente a pensar,

y a transcribir ideas en mi mente, 

¡Para mañana anotar!

Pero en la mañana al despertar…

Se me olvida lo que me dicte en la noche al pensar;

Y  como la rutina diaria me absorbe la mentalidad,

¡Solo tengo  tiempo y cabeza para funcionar!

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Pelo Al Viento

Me gusta el pelo suelto,

porque me da una sensación de libertad.

Libertad de expresión para el cabello,

democracia de mechones al viento.

Un pelo crespo, tiene independencia,

ya que cada rulo, se va para donde quiere.

Un pelo liso, no tiene ataduras,

ya que póngale lo que quiera y ¡nada lo sujeta!

Un pelo con pinches, está esposado,

sentenciado a milímetros cuadrados.

de sujeción y firmeza ¡que lo tienen condenado!

Siendo el ser humano,

el juez  que por la moda, ¡lo  ha inculpado!

Un pelo con puntas partidas,

está listo para la ejecución.

Ya que habrá que recortarlo,

para que se renueve en resurrección.

Un pelo florecido, ¡no es un jardín!

Al contrario es un cabello maltratado,

¡Que acaba de morir!

Que solo  con cuidado y amor,

podrá revivir...

Un cabello teñido es ¡un esclavo!

de la tintura mensual.

Que en su fecha exacta,

¡Una mano  viene a pintar y coartar!

Un cabello peinado, es un prisionero,

que no tiene libertad,

ya que con gel, espray o mouse,

se le busca un acomodar,

y... ¡Pobre de la mecha que se vaya a despeinar!

La dictadura es el régimen oficial

¡Cuidado con el que se quiera rebelar!

Porque prontamente lo vendrán a torturar,

¡Con algún artefacto de peluquería

que lo someterá!

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 Soy Gordita ¿y qué?

Soy gordita ¿y qué?

Tengo que luchar

contra la comida,

contra el prejuicio,

contra el desánimo.

Soy gordita ¿y qué?

No soy menos persona,

(aunque para algunos sea más.

Porque ocupo más espacio).

Soy gordita ¿y qué?

¡No me siga discriminando!

tengo los mismos derechos que todos,

¡Es por eso que estoy reclamando.

Soy gordita ¿y qué?

Déjeme comer lo que quiero,

¿nadie le está preguntando?

Haga ejercicio usted.

y guárdese sus comentarios.

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Qué Pena Me Da.

Qué pena me da…

Ver la desilusión del mundo.

Escuchar los pesares ajenos,

sobrevivir con los propios.

Qué pena me da…

Ver almas embobadas

perdiendo su tiempo,

en diversos vicios inventados.

Qué pena me da…

Ver como se pierde la esperanza,

como la fe se apaga,

y los milagros se escapan.

Qué pena me da…

Ver como sufren las almas,

escuchar de fracasos ajenos,

o ver los míos reflejados en alguna cara.

Qué pena me da…

Ver matrimonios destruidos

¡sobrevivientes de rupturas!

¡consecuentes de sus propios actos!

Qué pena me da…

Ver como en la humanidad

¡ya no nos comunicamos!

y cada vez nos distanciamos

con la tecnología

que el hombre ha inventado.

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El adobe.

Recuerdo la textura rugosa

de la tierra con la paja,

en un amasijo cuadrado de adobe.

Recuerdo los pies metidos en el barro

¡de quien hiciera la mágica combinación!

La mezcla requerida para su formación,

la materia prima para la construcción.

Recuerdo alguna semilla loca,

que se cobijaba entre sus brazos.

Planta que asomaba por sus rendijas,

cuando la  agua lluvia  la había regado.

Recuerdo a mi padre trabajar…

en la faena de adobe  forjar,

luego cuadrado, tras cuadrado pegar,

para así formar, la casa que nos iba a cobijar.

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Ojotas.

Chalas de campo, 

de fabricación artesanal.

Usadas por un peón rural,

en un fundo patronal.

Cuando no había dinero para comprar,

había neumáticos y alambre que se podían usar,

con una cortapluma y alicate se podían fabricar,

se cortaba y se moldeaba la planta,

y las tiras que se iban usar.

Las junturas de remache

de alambre de púas que cortar,

y las pinzas ,los alicates o los dedos,

que se usaban  pa' apretar.

Fuera invierno o verano,

¡no había otro calzado para usar!

así que con frio los dedos se helaban,

y con calor se ponían a transpirar.

¿Cuántos deseaban un zapato comprar?

¡No me lo puedo imaginar!

Solo sé que lo que ganaban,

no les  alcanzaba para na.

Sé también, que muchos soñaban

sus pies desnudos poder calzar,

con zapatos de cuero nuevos

y con suela de planta para pisar.

Pero en el campo,

Los zapatos no duraban na'.

Y si alguno tenía guardados,

Lo usaba solamente, para la pará.

Ya que la ojota de campo era lo habitual

Y los pies se habían amoldado de chicos,

de tanto andar.

Chalas de campo,

de fabricación artesanal.

usadas por un peón rural,

en un fundo patronal.

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Me Gusta La Feria.

Me gusta la feria, porque hay un de todo…

¡Muchas cosas que mirar!

¡Muchas cosas para comprar!

¡Muchas copuchas para contar!

Me gusta la feria, ¡por su diversidad!

Variedad de precios,  cosas, y gente que observar.

Me gusta la feria,

Porque hay para ofrecer, y para comprar

para regodearse, detenerse, o vitrinear.

Me gusta la feria, ¡porque se puede regatear!

cotizar, seleccionar, y comparar.

Lo bueno, lo bonito y barato,

lo muy …muy, y lo ni tanto, o lo que hay.

Me gusta la feria, ¡porque se puede ofertar!

Por los miles de productos, que allí encontrará.

Me gusta la feria,

porque de infanta era mi paseo dominical.

porque hay…¡Muchas cosas que mirar!

¡Muchas cosas para comprar!

y ¡muchas copuchas para contar!

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Comercio Amasado.

Roscas, calzones rotos, queques y de más…

Solapillas, pan amasado y  diversas empanás',

degustaciones saladas para el paladar,

o dulzuras en masas que la dueña de casa

para vender se pone amasar.

Un pancito con chicharrones ¡Caserita¡

¡Aquí le tengo la tortilla!

0 ¿Le vendo una empanadita?

¡Dígame no más! ¿Qué va a querer?

¿Qué va a llevar?..

Tocan la puerta …(toc toc)

¡Tengo calzones rotos!

O ¿Roscas para la once acompañar?

¡Déjeme algo caserita! ¿Qué me va a comprar?

(Responde la dueña de casa)

¿Dígame primero a qué precio están?

¡A cien y a doscientos! ¿Cuántos  me va a dejar?

Y en la feria semanal,

se encuentra la tortilla

y  el pan de campo para saborear,

y una gran variedad de dulces amasados,

que la gente podrá comprar.

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Amigo Callejerito.

Hoy he visto una mirada triste,

unos ojos llorosos

Y un lamento surgir...

¡En tantos animalitos abandonados,

que un día fueron botados

y hoy no tienen dónde ir!

Hoy deambulan por las calles y veredas,

A orillas de algún camino, o por la carretera.

Soñando con sus amos noches enteras...

Esperando día a día,  alguien que los quiera.

Ante una sonrisa y una mano amiga se entregan,

agradeciendo la ayuda brindada,

con una mirada sincera,

moviendo las colitas,

o ronroneándoles, a todas las almas buenas.

Lamentablemente también los he visto sufrir,

ser  maltratados ¡solo por existir!

atropellados en el camino

o golpeados hasta morir,

padeciendo la mirada ajena

por ¡intentar sobrevivir!

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Trabajar para vivir.

La vida transcurre a paso lento,

Se pasan los días inmersos en el afán.

Trajines diarios, responsabilidades adquiridas.

¡Diversas tareas por desarrollar!

Para vivir hay que comer….

…Para comer hay que trabajar,

Ganarse el sustento diario,

¡Porque así mandó Dios,  que se hará!

Unos honradamente,

Otros, vendiendo la pomá.

Algunos sin remuneración,

Como las madres en el hogar.

La clase obrera, ¡Se saca la cresta!

Para obtener un sueldo,

¡que no alcanza para na'!

La clase media, ¡Esta media conforme!

y por eso, no hacen na.

La clase alta, ¡ni siquiera trabaja!

porque no tienen necesidad.

Y los pobres…

Piden una monedita en las calles.

Sobreviviendo con lo que las gentes les dan.

Una monedita, ropa, comida o caridad.

Así el  proletariado,

Solo quiere ver el día pasar.

Mientras por las noticias observamos,

¡las injusticias de la sociedad!