DIARIAMENTE
luego del sueño, antes de ponerme de pie, debo colocarme la prótesis
que me quité antes de acostarme.
No es mucho el tiempo que necesito, pero sí, es una tarea que
requiere de una técnica para tratar de hacerlo bien. De lo
contrario, al pararme, sentiría dolor pues el muñón apoya sobre una
base dura y todo el peso sobre esa pierna, al caminar, provocaría
ese dolor. Según doctoras y kinesiólogas/os del Centro de
Rehabilitación, llevará su tiempo, pues debe formarse un callo
externo, pero, la cicatrización interna tarda más que la zona de la
costura donde se practicó la amputación.
La tarea de ponerme la prótesis podría ser algo molesto, o que me
lleve a pensamientos si se quiere perturbadores, dado que me fue
amputada media pierna. Pero no es así. Sucede todo lo contrario, lo
hago con placer, pues al tomar la prótesis con mis manos, sé,
siento, que una vez puesta caminaré. Y ese era el cometido cuando
ingresé al Centro de Rehabilitación. Salir caminando. Y acá estoy,
en casa, en el taller, escribiendo esto.
Alegría es lo que me ocurre. Agradecimiento a todas las personas que
me orientaron, me ayudaron, me cuidaron para que pudiese salir
airoso.
A Lila, que desde el primer día de mi internación estuvo junto a las
diferentes camas de los distintos sanatorios, hospitales, en el
Centro, ocupándose de todo lo externo, de todo lo que había que
hacer afuera, la compra de medicamentos, trámites, acompañándome a
los lugares donde me tenía que hacer estudios y cuánto más.
A mis hijas, a mis hijos, que estuvieron siempre presentes
Hablé de anotaciones, bueno, esto es parte de ellas a la vez que ser
agradecido y decir que estoy contento, disfrutando del caminar
diario, de moverme por el taller.
A todas y todos quienes de Facebook, diariamente, me enviaban
estímulos y energía favorable. A cada una, a cada uno, GRACIAS. |