Tomado del diario Tiempo
Argentino Mónica López Ocón
Aida Carballo una puerta abierta al
infinito
“Aída Carballo, una puerta
abierta al infinito”: perfiles de una de las artistas plásticas más
importantes de Argentina
La exposición reúne grabados, cerámicas y dibujos de la pintora pero
también fotografías y documentos que muestran diferentes facetas de
su arte y su personalidad.
La muestra que puede verse en el Museo de la Cárcova con curaduría
de Lucía Laumann, Aída Carballo, una puerta abierta al infinito, no
sólo muestra trabajos de la pintora, la gran dibujante y ceramista y
la grabadora extraordinaria, la artista de culto que fue en su
época, sino que apunta a una visión más integral de la entrañable
Aída, de esa mujer singular que enseñaba a sus alumnos a la vez el
alfabeto del arte y de la vida.

“El título de la muestra Aída Carballo. Una
puerta abierta al infinito –le dice a Tiempo Argentino Lucía Laumann,
la curadora de la exposición, viene de una entrevista que le
hicieron a Aída en la que ella definió de esa manera a la Escuela
Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova que funcionaba donde
hoy está el Museo.”
“Es decir –agrega- que la muestra está en la última institución por
la que Aída pasó como estudiante luego de haber pasado por otras
escuelas. Allí fu donde estudió grabado”.

Respecto del contenido de la muestra dice
Laumann: “La exposición se compone de obras de variados tipos. Hay
dibujos, grabados, algunas cerámicas, pero también hay mucho
material documental porque el proyecto curatorial fue pensado a
partir de mi investigación de Maestría y toda esa investigación
abonaba la construcción de un relato de Aída que excediera la mera
exhibición de obras”
“Esto implica que incluyera también algo de su vida, de su familia,
de los contextos de formación y de producción y también de su labor
como docente”.
Los documentos que se exponen provienen en parte de fondos privados
pero también del Fondo Documental Aída Carballo que está resguardado
en el Centro de Estudios Espigas. “Este centro, explica Laumann, es
un archivo de arte argentino y latinoamericano muy importante que
está en Buenos Aires. Antiguamente era la Fundación Espigas que hoy
trabaja en colaboración con la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).
Allí llegó una parte del archivo de Aída en los 90 y desde entonces
está resguardado en ese espacio”.

Aída Carballo. Una puerta abierta al infinito,
ejes estructurales
La muestra está estructurada en tres ejes. “Son un poco
transversales –acota Laumann- pero ordenan el material”.
Un primer eje tiene que ver con las condiciones de formación y de
proyección de Aída como artista. “Ahí tenemos documentos vinculados
a las escuelas donde se formó –dice la curadora- pero también
documentos de la vida familiar. Hay muchas fotografías familiares,
algunas cerámicas que nos prestó la familia, libros de cuando ella
trabajaba como ilustradora”.

“El segundo eje –agrega- está centrado en la
obra de Aída más vinculada a la ciudad. Hay documentación que da
cuenta de su vínculo con la ciudad, desde documentos personales a
premios, catálogos, su participación en el Movimiento por la
reconstrucción de la cultura nacional…El tipo de documentos es muy
diverso”.
El tercer eje se centra en su labor como docente. “En este eje hay
muchos documentos que dan cuenta de esa labor, ya sea en las
escuelas nacionales de bellas artes con fotografías institucionales
o en los talleres. Además, los programas de estudio que armaba Aída,
los distintos trayectos pedagógicos que desarrolló en las escuelas”.

“Pero también hay documentación que da cuenta
de sus talleres privados. Hay muchas fotos de las reuniones de
estudiantes que hacía, cartas que dan cuenta de su vínculo con los
estudiantes o con otros docentes.”
Y agrega: “También tenemos un cortometraje que fue financiado por el
Fondo Nacional de las Artes. Aída misma escribió el texto y se filmó
a principios de los 60. En ese corto ella aparece caminando por la
ciudad, llegando a su taller donde trabaja y va contando cosas de su
vida.”
En algún momento, su amor por la ciudad la llevó a hacer trabajos
inspirados en los colectivos porteños como marca identitaria de
Buenos Aires. Esa serie ganó un premio. Los colectiveros la
homenajearon con un pase gratis para viajar en los colectivos.
“En la muestra –dice Laumann- tenemos el catálogo de la exposición
de esos trabajos sobre los colectivos que es muy bello porque está
impreso del original y también tenemos el pase libre que le
otorgaron en esa ocasión. Además, hay una foto de la inauguración de
pone de manifiesto el sentido del humor que tenía Aída”.
Alguna vez habló de las fuentes que nutrían su trabajo en una
entrevista: “Yo creo tener dos fuentes de inspiración (…) -dijo la
artista- Una muy irracional, sumergida en una zona inconsciente,
sutil. Y la otra el entorno. Yo extraigo la anécdota de los
aconteceres cotidianos: del colectivo repleto, de la calle, de los
patios, de los vecinos, así como viene de afuera yo lo recibo y lo
asocio a aquella sensación interior. Así hago que confluyan ambos
ríos.”
La frase explica, en parte, por qué su serie de los colectivos
ejerció tanta fascinación en los propios colectiveros cifrada en la
alquimia que se producía en la confluencia de los dos ríos que
nombra.
Además de su personalidad particular que, como no podía ser de otro
modo, volcaba en su práctica artística, en la construcción de mundos
a través la línea, la calidad de sus dibujos y de sus grabados era
sorprendente.
Pero su virtuosismo no era mera demostración de maestría, sino un
medio para darle a sus trabajos una singularidad difícil de
encontrar. A través de la línea precisa y, al a vez, sensible,
provocaba todo tipo de emociones.

“También queríamos mostrar a través de la
muestra –confirma la curadora- esa expertise técnica de Aída con una
amplitud de obra que excede la serie de los locos que quizá es la
más conocida, pero también dar cuenta de la Aída más sensible, la de
los vínculos que establecía, la del humor, la del compromiso con su
trabajo . Por eso la variedad documental y la cantidad de obra que
exhibimos.”
Aída Carballo. Una puerta abierta al infinito es una exposición que
está basada en una investigación larga y profunda, no sólo es una
muestra de obra.
“No recuerdo el número exacto de piezas que exhibimos –comenta
Laumman- porque algunas van a ir rotando por cuestiones de
conservación, pero son aproximadamente unas 80”.
“Creo que esta muestra –concluye- pretende dar a conocer una
actuación quizá épica de Aida Carballo, no solo como artista, sino
también como docente, como referente de la plástica nacional. Y, en
este sentido, la exposición cierra con una pequeña recolección de
algunos recuerdos u homenajes que han hecho otros creadores. Eso es
lo más valioso que tiene Aída: cómo reverbera en la memoria de
artistas, creadores y agentes culturales. La gente la recuerda más
allá de los homenajes institucionales. Eso es algo muy valioso que
no sucede con todos los artistas.” |