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De mi autoría |
Es la que hizo posible el tránsito humano en el
planeta.
Más esa
virtud, se aplaca cuando el hombre deja su individualidad para
someterse a lo que cree conveniente como forma de vida y se
ubica en la "humanidad" perdiendo la fuerza de su energía
transformadora.
Es así que
aparecen en escena quienes dicen qué es lo que se debe hacer,
cómo se debe vivir y crean los decálogos de la convivencia,
crean las leyes, que en general están hechas para beneficio de
ellos, los que han tomado y esparcido su poder que masifica,
pero no iguala, poder que somete y mata al individuo, mata el
impulso arrollador que debería ser, en convivencia con otros
individuos.
Estas fuerzas
nefastan crean el altruismo, que proponen como abnegación y
complacencia en el bien ajeno y es así que el altruista sonríe
satisfecho, creyendo que será agazajado por ello, cuando no es
otra cosa que su propia pérdida, su desaparición inmerso en la
masa que borra todo vestigio de identidad.
La Fuerzas
Tenebrosas apelan a las emociones, saben que allí hay una
"debilidad" porque inmersos en la "igualdad", masificados, no
pueden dejar de conmoverse los unos con los otros, porque
terminan simpatizando con el sufrimiento y de ese modo viven
distraídos para siempre intentando remediar ese sufrir al que
son enviados desde el mismo instante de nacer.
Y entonces, en
un perpetuo circular, creyendo que los males del sufrir que
pareciera ser les viene "desde afuera", dado el altruismo y la
conmisceración, serán remediados con el sentimentalismo que
albergan, permitiendo así que los poderosos, los tenebrosos, se
dediquen a seguir planificando la forma de vida por venir, que
no será otra cosa que más de los mismo, para ellos, seguir
gozando del poder que detentan.
Es así que,
mientras los habitantes del planeta se multiplican, ellos,
velarán para mantener el Orden Establecido, en beneficio de la
humanidad toda.
Ese orden es
sostenido de la manera más perversa que uno pueda imaginar. Lo
hacen con sofismas tales, qué, la masa, compuesta por seres
cosificados, acepta como una norma que ellos no pueden
modificar.
Entonces,
cuando uno, o algunos, intentan romper con esa inercia de poder,
los poderosos recurren de inmediato a la movilización de sus
fuerzas más horrendas: a la represión utilizando las armas que
crean de manera permanente para el sometimiento, armas que ellos
mismos denominan "inteligentes" y así, arrasan con la vida de
todo aquel que intente oponerse a sus designios de poder.
El pensar de
manera diferente, el comportarse en modo distinto a lo que ellos
normatizaron, es un riesgo que conlleva el peligro de ser
detenido, torturado, muerto y desaparecido, como ocurrió en
Argentina, en tiempos de la dictadura que sembró el horror en
los años 70 y parte de los 80.
Pero las
Fuerzas Malignas, no sólo se defienden de los intentos
libertarios, sino que, en su afán de apropiarse del planeta, de
los bienes ajenos, ellos, los que defienden a rajatabla la
"propiedad privada", no escatiman esfuerzos y en esos esfuerzos
dejan tendales de muertos, seres inocentes, masacrados por sus
bombas, sus armas, sus ejércitos, para apropiarse de la
Propiedad Ajena.
Así, expanden
su poder imperial.
© Helios Buira
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© Helios Buira
San Cristóbal - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2017
Mi correo: yo@heliosbuira.com
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