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Jacobo Kogan
De su libro La religión del arte (Emecé 1987)
 

La religión del arte - La religión del arte en el romanticismo -

Novalis - Gérard de Nerval - Baudelaire - Rimbaud - Conclusión -

 

Novalis

"Por la voluntad absoluta, el amor puede convertirse en religión", sostiene Novalis, quien cree firmemente que lo divino constituyente de la Unidad y Totalidad de lo real se halla fundamentalmente en el Inconsciente; pero piensa también que el artista puede traer a la luz de la conciencia algunos símbolos que establecen la vinculación entre lo divino y lo humano, logrando de este modo una síntesis de lo inconsciente y la conciencia. "La poesía es la representación del alma, del mundo interior en su conjunto. El sentido poético tiene mucho en común con el sentido místico. Representa lo irrepresentable. Ve lo invisible, siente lo no sensible. El arte es una religión creada por la poesía."

Novalis entiende, pues, por religión la acción de integrarse a la Realidad Absoluta, y por arte o invención poética el hallazgo de los símbolos que ponen de manifiesto el mundo invisible. La obra de arte tiene su origen en un acto mágico, por ser acción deliberada que persigue el propósito consciente de trascender el mundo visible de la sensibilidad. "Con eso nos hacemos semejantes a Dios, pues el verdadero mago es creador del Universo. El mundo debe ser tal como lo quiero... El mundo tiene una capacidad originaria de ser animado por mí... de conformarse a mi voluntad"

Nosotros modificamos el mundo visible transformando los azares de nuestra vida en materiales con los que podemos hacer lo que queremos. La división entre ralidad exterior y realidad interior, entre cuerpo y espíritu, se explica por nuestro estado de conciencia habitual, pero de nosotros depende restituir el mundo a su unidad primordial. La poesía es el acto supremo por el cual podemos apoderarnos del conocimiento interior y operar la conjunción de lo Inconsciente y la Suprema Conciencia que abarca el Todo.

Aunque cercanas a la mística, por aspirar a lo trascendente invisible, las ideas de Novalis hacen arraigar la obra poética en el mundo visible y representable; pero, por otra parte, lo convierten en un medio de alcanzar el más allá; esto es, no constituye todavía desde esta posición un fin en sí; la religión no reside en el arte mismo, que a lo sumo constituye un culto, porque la aspiración última del artista no es la sola poesía, sino la integración de la vida aparente en lo Absoluto, que es lo que más importa. La religión del arte como devoción a la belleza, según lo hemos visto en Hegel y en Flaubert, y como vamos a encontrar en Baudelaire y en Rimbaud, considerada como un fin en sí misma, queda todavía en Novalis, supeditada a la religión del Ser unefable, que reside en el Inconsciente.


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© Helios Buira

San Cristóbal - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2017

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