MI SITIO PERSONAL

Inicio - Presentación - Axiomas - Pinturas - Textos - Entrevistas

Volver a Textos

TEXTOS
De mi autoría
 

ARTE Y MAGIA

Dice Aldo Pellegrini en su Tratado sobre la Poesía Surrealista que el poeta, como todo artista creador, pone en juego una particular función del espíritu: la imaginación.

Recordemos –dice- lo que propone sobre ella, Buadelaire: “Es la más científica de las facultades, porque sólo ella comprende la analogía universal” Para esta facultad tienen igual validez los mundos de lo imaginario y lo real, y para ella, ambos mundos se entrecruzan y confunden. Pero el poetas surrealista utiliza la imaginación de un modo particular: para permitirle la mayor amplitud de acción, la total espontaneidad, elimina toda traba racional.

Digo: si nos trasladamos milenios atrás en la historia de los inicios o de la continuidad de los inicios, cuando se iban instalando en lo que es hoy América los primeros, podemos pensar que con los cazadores superiores aparece un fenómeno que no es menor: las primeras manifestaciones artísticas. Un arte rupestre que graban en paredes de cuevas, en las profundidades de grutas y refugios, que hoy podemos ver para saber que se trataba de manos en negativo, animales, escenas de caza y diferentes tipos de signos geométricos que aún, pese a todos los estudios que han hecho antropólogos e historiadores del arte, contienen un hermético significado.

Sí, se puede colegir, que esas representaciones, a pesar de sus diferentes estilos, no estaban relacionadas con un “placer estético” ni con la necesidad lúdica de cubrir las paredes de las cuevas con imágenes. Esas manifestaciones artísticas del hombre primitivo, tienen un sentido mucho más profundo y vital: son una conexión entre el hombre y el mundo que lo rodea, ligado estrechamente con la magia. Por ello, es que podemos decir: el arte, ante todo, magia.
Porque es a través de esa magia, que el hombre podía controlar el mundo que lo rodeaba, ya sea para atraer las “fuerzas positivas” o rechazar “las fuerzas negativas”
Y si pensamos que estos habitantes primitivos dependían de la caza y de la recolección de sus alimentos para conseguir el sustento, podemos considerar al arte como una necesidad vital, expresado como un ritual mágico, como un modo de dominar a la naturaleza, pues el mundo externo a su vez, presionaba sobre el hombre.

En esta interacción, el hombre, en las cuevas, obraba a modo de trampero. La presa allí cazada, lo será luego en el mundo exterior

El arte no era para ellos algo separado de la realidad, sino su continuación directa e inmediata.

Me pregunto, al decir de Baudelaire a través de Aldo Pellegrini, si aquellos primeros, también habían instalado en el planeta el surrealismo.

© Helios Buira


Subir

© Helios Buira

San Cristóbal - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2017

Mi correo: yo@heliosbuira.com

Este Sitio se aloja en REDCOMEL Un Servidor Argentino